Algo que he aprendido en los últimos meses, incluso años, pero principalmente en los últimos meses, es que he empezado a reconocerme a mí mismo por haber confiado en mí para todas esas metas y sueños que tenía en algún momento, años atrás.
Agradecerme por haber confiado en mí, por dedicar horas y horas… y horas.. y más horas de capacitación, de estudio, de trabajar, de aprender, de implementar, de crear proyectos, de creer en mí para llevar a cabo decisiones en las que no tenía a nadie para consultar, porque eran cosas nuevas que estaban ocurriendo en mi vida, temas de emprendimiento, de liderazgo y era difícil saber con quién podía confiar ese tipo de decisiones, y sobre todo también yo quería aprender a determinar si mi instinto me llevaba a donde quería ir.
Hoy en día me doy cuenta de la importancia que tiene el estar a tu propio lado, el nunca ser la persona que se queja de ti mismo, que se recrimina, que pasa pensando en las malas decisiones que tú has hecho en lugar de reconocer todas las buenas que has estado haciendo en los últimos días, semanas, meses y años.
Así que reconócete todas tus victorias, por pequeñas que sean, y sobre todo mantente a tu lado en momentos buenos, en momentos malos, y en cada reto que está por venir. Sin lugar a dudas, agradezco muchísimo al Ricardo del pasado, y le prometo que siempre estaré a su lado para todo lo que ocurra de aquí en adelante.
Haz esto contigo, prométete a ti mismo estar siempre apoyándote, y sobre todo entrega todo tu potencial para cumplir esos sueños que tanto aspiras. El camino a veces se sentirá solitario, pero justamente son esos momentos donde podrás recordarte que nunca estuviste solo y que pase lo que pase confiarás en tu instituto para llegar a la meta.
Un abrazo, nos vemos mañana.