¿Te has preguntado si tus sueños valen la pena tu exigencia física y mental? La realidad es que todos tenemos límites, o dicho de otra forma, tenemos una tolerancia hasta cierto punto, tanto a nivel físico como mental.
La buena noticia es que a través del desarrollo personal y entrenamiento físico podemos extender esa tolerancia.
Sin embargo, muchos deseamos lograr metas que requieren de un nivel de tolerancia de estrés más alto del que estamos preparados actualmente y aun así nos seguimos exponiendo a dichos retos con la fe de que de alguna forma encontraremos la manera de sentirnos cómodos con dicha presión.
Así que en este punto se vuelve válido preguntarnos si nuestras metas y nuestro estilo de vida actual están alineados con esa tolerancia, porque entre más nos exigimos, más podremos lograr, pero también más en riesgo ponemos nuestra paz mental.
Yo soy partidario de que debemos intentar superarnos a nosotros mismos todo el tiempo, tratar de mejorar y crecer en cada área de vida, pero siempre teniendo presente que nuestro mayor regalo es la salud física y mental.
Es un regalo que vale pena proteger, para disfrutar de forma sana cada logro obtenido; no quieres llegar a la meta más importante de tu vida sin la salud suficiente para celebrar la victoria.
Por este motivo, he aprendido a poner plazos más realistas para mis sueños, demostrando que sí soy capaz de lograr lo que deseo, pero no puedo ser tan optimista y exigente conmigo mismo como para creer que debo lograrlo en un plazo definido en semanas o meses, cuando en realidad es un logro que requiere años e incluso décadas.
Nuestro deseo de tener todo de inmediato nos ha vuelto muy optimistas sobre lo que podremos lograr, pero se nos olvida que no somos robots. Y que solo porque puedas soñarlo, no implica que tu cuerpo está preparado para ir tras ello.
En conclusión, sueña en grande, pero invierte más tiempo en incrementar tu nivel de tolerancia ante el estrés de la vida. Haz pausas para trabajar tu inteligencia emocional y aprende el arte de agradecer todos los días por lo bueno y malo que ocurre en tu vida, sabiendo que de todo obtienes un aprendizaje de valor inmensurable.
De corazón deseo que logres las metas nobles que te hayas trazado, pero más importante aún, deseo que descubras el gran valor de vivir en paz contigo mismo, sabiendo que nadie está presionante para llegar a cierta meta de vida, eres tú mismo quién define esos retos; así que elígelos sabiamente mientras disfrutas del camino hacia tu gran sueño.