Probablemente, uno de los temas de mayor interés hoy en día es: “¿Cómo ser más productivo?”, ya que cada vez el ritmo de vida es más acelerado y todos buscan hacer más cosas en igual o menos tiempo. Y más específicamente, una gran duda que tienen las personas es: ¿cómo dejar de procrastinar?, es decir, dejar de posponer tus pendientes importantes por enfocarte en actividades que no son relevantes para ese momento, tales como ver televisión, jugar videojuegos, salir con tus amigos, dormir más de la cuenta, etc.
Y sé que es poco viable eliminar por completo las actividades de ocio tratando de restringir tu tiempo de manera “militar”. Es como privarse por completo de la comida chatarra, eventualmente la tentación te ganará si no has aprendido el valor de comer sano. Por eso, una estrategia muy práctica para enfrentar la procrastinación, sin morir en el intento, es convertir la tentación en premio.
Esto consiste en definir tu lista de pendientes y la lista de actividades de ocio que sueles hacer cuando procrastinas. El siguiente paso es definirte como premio una de estas actividades de ocio a cambio de que primero trabajes 30 minutos en un pendiente importante. Básicamente, estás siendo sincero contigo mismo de que vas a realizar la actividad de ocio, pero en lugar de dejar que por inercia termines haciéndolo, lo estás programando como premio por trabajar en algo útil.
Y podrías decir que 30 minutos es muy poco tiempo para trabajar en un pendiente importante, sin embargo, lo curioso de este ejercicio es que por lo menos estás incentivando que inicies el pendiente. Y lo bueno de iniciar es que probablemente termines trabajando en ello más tiempo del límite que te pusiste, porque empiezas a sentirte productivo y orgulloso de ti mismo, en lugar de sentir culpa por haberlo pospuesto como en ocasiones pasadas.
En general, es una estrategia muy básica, pero muy valiosa, porque cuando te obligas a primero hacer tu deber, para luego pasar al ocio, te das cuenta de que el deber que tenías que hacer no eran tan tedioso como pensabas e incluso es probable que te guste. Además, ahora el ocio no llegará por sorpresa, sino que lo tendrás programado; estás convirtiendo la tentación en premio. De cierta forma, eso te hace más consiente de cómo estás gestionando tu tiempo y empezarás a valorar cuándo hacer ocio y cuándo no.
Espero le puedas sacar provecho a este enfoque. Un abrazo, nos vemos mañana.