Si salimos de la zona de confort, empezamos a mejorar nuestros talentos, cultivamos valores ético y adicional, potenciamos la capacidad de relacionarnos con las personas; inevitablemente, nos empezarán a llover oportunidades de todo tipo.
Esta situación es interesante, porque usualmente desde pequeños nos hablan de la importancia de aprovechar las oportunidades que nos da la vida; pero casi nunca nos mencionan cuándo o cómo rechazar una oportunidad si sabemos o sentimos que no es el momento o las condiciones correctas para aceptarla.
En lo personal, he tenido que ir descubriendo por mí mismo cuando decir «sí» o «no» a grandes oportunidades. Y he notado que el paso principal es dejar claro de antemano hacia dónde quieres ir, cuál es tu norte, cuáles son tus metas de largo plazo; cuál es tu propósito de vida. Definir esto no es fácil, pero la mejor manera de hacerlo es salir de la zona de confort. Cuando lo hagas, empezarás a descubrir tu norte y el siguiente paso es ser firme en ello, mantener el foco. De esta forma, la próxima vez que tengas una oportunidad en tus manos, primero analizarás cuánto se alinea con tu norte; en lugar de pensar en cuánto dinero te dará o a quiénes les quedarás bien si la aceptas.
Si por alguna razón, la oportunidad que se te presenta no se alinea, a pesar de que sí te pueda traer beneficios como el dinero; tienes que ser claro en decir por qué no quieres aceptar la oferta, y más importante aún, debes buscar la manera de ayudar a la persona que te ofreció la oportunidad; no debes terminar con un simple «Gracias, pero no puedo aceptar». Tienes que hacer un gesto de buena voluntad, como por ejemplo: ofrecer a un candidato potencial como alternativa tuya o brindar ayuda con conocimientos o contactos que permitan a esa persona acercarse a la solución que querían encontrar contigo.
Lo que buscas con estas acciones es demostrar al universo y a esta persona, que eres agradecido por la puerta que te está brindado. Y que tu decisión de no aceptar, está fundamentada en algo más importante que el dinero; está fundadamente en tu propósito, en tus sueños de vida, en tu ser.
Lo interesante de este enfoque, es que dejas abierta la posibilidad de que a futuro te ofrezcan una nueva oportunidad, esta vez alineada a tu norte. Te puedo asegurar, por experiencia propia, que las mejores oportunidades en mi vida han llegado después de rechazar una gran oportunidad. Pero cuidado, no dependas del destino para encontrar las puertas correctas hacia tus metas, a veces tendrás que construirlas tú mismo; hazte responsable de tu destino.
Espero que el resto de tu día sea extraordinario, nos vemos mañana.