¿Recuerdas cuándo fue la última vez que te liberaste de absolutamente todo tipo pendientes? Y gracias a ello pudiste decir: Tengo tiempo para hacer cualquier cosa. ¿Lo recuerdas?
La realidad es que el 99% de las personas (sin contar a los niños que están libres de responsabilidades) nunca logran liberarse por completo de pendientes personales o de trabajo. Y se debe a algo muy simple: el mundo está en constante caos, esto no es bueno ni malo, simplemente es la realidad del universo; todo es se encuentra en constante cambio.
Debido a este caos, siempre surgen nuevas situaciones, urgencias, metas, actividades y todo tipo de cosas que abarcan nuestra atención total. Y como resultado, cuando llega el momento de comprometernos a una nueva actividad, solemos decir: “no tengo tiempo”.
Por ejemplo, algunas personas no leen libros porque dicen que no tienen tiempo, no hacen ejercicio por “falta de tiempo”, no dejan la comida chatarra porque afirman que no les alcanza el tiempo para cocinar platillos saludables, y no realicen mejoras a su negocio porque ya no hay espacio en su agenda; y así continúan usando la excusa del “no tengo tiempo” para todo lo que podrían (o deberían) hacer por el bien de su futuro.
La realidad es que TODOS tenemos tiempo, pero tú eliges qué es prioritario para ti. Si tu prioridad fuese hacer ejercicio y comer bien para estar saludable, entonces harías todo lo posible para cumplirlo. Por el contrario, si el mensaje a ti mismo es “lo haré cuando encuentre el momento perfecto”; te quedarás de por vida esperando, porque el caos (en tu vida personal y en el negocio) nunca va a parar, así que eres tú el que tiene el poder de decidir hoy mismo (con todo y caos) qué cosas tendrán prioridad en tu agenda de ahora en adelante.
En conclusión, la única constante de la que puedes estar seguro es que siempre habrá caos en tu vida, siempre tendrás cosas por hacer con tu tiempo, así que elige lo realmente prioritario en tu rutina diaria y construye la vida que mereces eliminando de tu vocabulario la excusa del “no tengo tiempo”.
Un abrazo, nos vemos mañana.