Es interesante que cuando enfrentamos algún reto complejo en nuestras vidas, empezamos a rezar o pedir al universo que nos envíe algún tipo de ayuda. Lo curioso de esto, es que el universo sí nos responde, pero nosotros lo ignoramos.
Piensa en lo siguiente: ¿cuántas veces has estado con un amigo o experto en algún tema y te ha dicho que cuando lo necesites puedes pedirle ayuda con total confianza? Posiblemente, esta situación te ha pasado más veces de las que recuerdas, pero a pesar de ello, no has acudido a su ayuda cuando lo necesitas.
Este tipo de situaciones me han pasado muchas veces. De hecho, he tenido la oportunidad de conversar con grandes empresarios y personas influyentes que se han puesto a total disposición mía para cualquier duda que tenga y aun así yo no he aprovechado su ayuda. Con el tiempo me he dado cuenta de que los respeto tanto que creo que es mejor no molestarlos con mis inquietudes. En otras palabras, intento no “quitarles” tiempo.
Hoy en día he cambiado mi enfoque, porque me he dado cuenta de que si una persona te ofrece ayuda es porque realmente quiere aportar tiempo de su agenda para impulsar tus metas; es alguien que cree en ti y está dispuesto a darte apoyo desde su experiencia. Sin embargo, si tú ignoras su ayuda, esta persona pensará que el reto que tenías no era tan importante para ti o que has logrado solucionarlo por tu cuenta.
Digo todo esto porque la mayoría de veces que yo mismo he ofrecido mi ayuda para que un amigo, familiar o conocido logre superar un reto, no me terminan por contactar. Y como resultado, yo asumo que no estaban tan comprometidos en solucionar su situación. Muchas veces he aprovechado para preguntarles por curiosidad el porqué no me habían contactado si sabían que yo tenía la solución, y la respuesta que siempre me han dado es: “no quería molestarte porque siempre estás ocupado”.
Ten presente lo siguiente: las personas que ofrecemos nuestra ayuda a alguien es porque nos encanta dar valor y no podemos quedarnos quietos sin hacer nada. Por lo tanto, siempre estaremos ocupados y si es necesario, abriremos espacio en nuestra agenda a quien le hemos extendido nuestra mano en el pasado.
En conclusión, no cometas el error de ignorar las ayudas que te manda el universo. Si alguien te extiende su mano es porque quiere verte más cerca de tus metas. No desperdicies esa oportunidad, y tampoco esperes a plantearle la pregunta en “el momento correcto”, simplemente envíale un mensaje, porque entre más tiempo pasa, más grave se hace tu problema y más lejos estarás de alcanzar tus sueños. Así que deja los modales de lado, y envía el mensaje.
Y si en algún momento fui yo el que te ofreció ayuda, es porque vi con claridad lo mucho que podrías lograr si aprovechas mis experiencias.
Un abrazo, nos vemos mañana.