Una de las principales causas de muerte de las personas, es perder la ilusión por levantarse cada mañana y perseguir un sueño u objetivo. En otras palabras, comienzan a deteriorarse por dentro debido a la falta de un propósito para vivir.
Vivir sin metas y sin entusiasmo por crear algo, se termina por traducir en un comportamiento de indiferencia, amargura y de constante queja por cualquier cosa. Las personas que viven así suelen decir que «solo cosas malas les pasan en la vida».
Lo peor de todo, es que esta forma de vivir se contagia. Por lo tanto, si hoy en día vives con personas así, lo mejor que puedes hacer por tu bien, y el de ellos, es marcharte y crear una vida bajo tus propios términos. Ya que si triunfas podrás regresar y ayudarlos a salir de ese círculo vicioso de negatividad y pesimismo hacia la vida.
Si hoy en día careces de pasión e ilusión por alguna meta de largo plazo, haz un alto de inmediato y empieza a crear una lluvia de ideas con todos los sueños que realmente despierten tu entusiasmo, sin importar lo difícil que parezcan. Es decir, no te preocupes por el “cómo“ lo lograrás, tan solo define esas metas. Y seguidamente, elige la meta o sueño más importante para ti de esa lista.
Al hacerlo estás trabajando en tu “por qué“, estás definiendo el norte que te inspirará a despertarte cada día con entusiasmo para luchar por esa meta sin importar cuánto avances. Recuerda que no se trata de llegar a esa meta mañana, se trata de irte a dormir con una sonrisa sabiendo que mañana (sin importar qué día de la semana sea) será un día más que podrás invertir en tus verdaderos sueños.
Un abrazo, nos vemos mañana.