Una de las grandes lecciones que me han dado en la vida es la siguiente: nunca te vayas a dormir enojado o con rencor hacia alguien. Este aprendizaje me ayudó a tener mayor claridad sobre el significado de buscar paz en toda relación e interacción que tengamos con otras personas.
Especialmente porque muchas veces, cuando alguien se enoja con otra persona y discuten, suelen decirse cosas con el objetivo de dañar lo más posible al otro. En este intercambio de palabras y miradas, el objetivo de cada uno es sentirse el “ganador” de la discusión. Sin embargo, ese día por la noche, cuando cada uno se va a acostar, comienzan a revivir el día que han tenido y esto les aumenta aún más el dolor y la cólera del incidente.
Algunos pocos sentirán que tal vez actuaron de mala forma por decir cosas que no debían, pero se lo guardarán para sí mismo en lugar de comentarlo directamente con quién se enfrentaron. En parte guardan silencio porque no quieren verse débiles ante la otra persona y quieren que sea esta la que busque disculparse primero, para luego ellos dar el paso.
El punto es que a veces la vida no les da la oportunidad de reconciliarse sobre dicha discusión, porque uno de los dos fallece antes de volverse a encontrar. Y es aquí donde se vuelve esencial recordar que no hay rencor que valga la pena llevarse en el corazón por el resto de tu vida. Por eso, cada vez que tengas un enfrentamiento con alguien, procura de inmediato solucionarlo y entrar en paz, incluso si la otra persona no lo desea, al menos cumple con tu parte y haz las paces.
En conclusión, nunca sabes si la otra persona estará presente al día siguiente. La vida es altamente impredecible, cuando menos te lo esperas y por las razones más sorpresivas, alguien que tú conoces puede fallecer. Esto por sí solo no es un acontecimiento bueno, ni malo, simplemente es el proceso de la vida. Y por ello, nunca debemos asumir que tendremos tiempo al día siguiente para reconciliarnos con alguien, en lugar de ello, sé valiente, soluciónalo de inmediato y vete a dormir ese día con la mente y el corazón en paz.
Un fuerte abrazo, nos vemos mañana.