Durante las fechas festivas como navidad y año nuevo, algunas personas suelen abrirse un espacio para escribir o grabar un mensaje a las personas que estiman. Otros dejarán pasar la oportunidad y no enviarán ningún mensaje, excepto los que usen para responder a quienes sí les escriban.
Los que sí envían un mensaje pueden terminar enviando algo superficial o realmente emotivo. Si es superficial servirá para reactivar la conversación, pero si es realmente emotivo puede llegar en el momento indicado para motivar e inspirar a quien lo recibe.
Un mensaje puede ser más poderoso de lo que imaginas, pero su poder tan solo iguala la transparencia con el que lo transmites. En otras palabras, si quieres mucho a alguien porque es un gran amigo o familiar, dilo sin filtros. Personalmente, soy enemigo de decir frases como “se le quiere” en lugar de decir “te quiero”, ya que la primera intenta dar cariño y al mismo tiempo busca colocar una barrera para limitar el sentimiento que tú sabes que no es limitado.
Sin importar las costumbres y creencias con las que te hayas formado desde pequeño, ten presente que no hay nada más valiente que decir las cosas tal y como son, con transparencia y el corazón en la mano. Las emociones que salen desde el alma merecen ser manifestadas con las palabras y el tono correcto.
Si las personas aprendiéramos a decir nuestro afecto con mayor claridad a todos los que nos rodean y sobre todo a quienes casi no vemos con frecuencia, tendríamos un mundo con menos estrés y ansiedad en el aire. Porque dichas palabras, por inocentes que puedan parecer para ti, son capaces de lograr un gran impacto en quien las recibe; especialmente si las das con amor verdadero.
En resumen, no seas de las personas que se guardan el mensaje, has un espacio en tu agenda, escribe o graba eso que quieres decir, hazlo con las palabras correctas, no lo maquilles para parecer más correcto o formal, y simplemente envíalo. Te aseguro que harás que tu día y el de la otra persona se ilumine con el verdadero espíritu de humanidad que llevamos dentro.
Un fuerte abrazo, nos vemos mañana.