¿Cuántas personas a tu alrededor, en el trabajo, en tu hogar, en casa de tus familiares, y en cualquier otro entorno que frecuentes visitar, hay personas practicando hábitos sanos y constructivos? Y más importante aún, ¿cuántos hábitos sanos practicas tú?
Es una realidad que para tener una vida de mayor éxito y frutos, es clave adoptar hábitos como: leer, comer sano, hacer ejercicio, controlar el carácter, hablar de forma respetuosa, ser productivo y básicamente buscar ser mejor persona cada día de tu vida.
Sin embargo, nuestros entornos suelen ser muy persuasivos para evitar que adoptemos estos hábitos; en otras palabras, la presión social nos reduce cualquier impulso que tengamos por convertirnos en mejores seres humanos. Y lo difícil de todo esto, es que para evitar sentirnos como la oveja negra, tendemos a mantener los malos hábitos que hacen sintonía con nuestro entorno diario.
Si estás en esta situación, te invito a cambiar tu enfoque de forma radical, quiero que te conviertas en la persona que lee mientras otros usan el celular; la persona que come sano mientras otros optan por comida chatarra; el que bebe un refresco natural cuando los demás beben cerveza; el que mantiene los buenos modales mientras otros usan vocabulario soez; el que hace ejercicio mientras otros duermen o ven televisión. Haz todo esto sin alardear ni aparentar, hazlo porque te nace, hazlo con orgullo y siéntete cómodo siendo la excepción.
Durante este proceso tu entorno siempre te impulsará a caminar por la vía fácil, la vía del poco esfuerzo y de la baja disciplina. Incluso tu propia mente, por su instinto de supervivencia y de buscar el mínimo esfuerzo, te susurrará para que dejes de esforzarte. Mi mensaje para ti es: no cedas ante ello y te aseguro que tu vida tomará un giro muy positivo hacia tus metas más ambiciosas; te lo digo por experiencia propia.
Lo mejor de adoptar esta actitud, es que poco a poco provocarás que las demás personas en tu círculo cercano se sientan atraídos por seguir tus pasos y mejorar sus vidas a través de buenos hábitos. Con el tiempo, ya no serás el único que toma la iniciativa de nadar contra corriente, ahora habrá otros que sigan tus pasos y poco a poco dejarás de ser la excepción.
Un abrazo, nos vemos mañana.