A nadie le gusta que sus planes terminen interrumpidos por una situación imprevista. Por ejemplo, estás planeando un viaje, ocurre una tormenta y todo se cancela o se pospone. A pesar de ese tipo de situaciones, nuestra mentalidad debe ser, ante todo, la de adaptarte lo más rápido posible.
Este enfoque aplica especialmente a nivel empresarial. Por ejemplo, puedes tener el objetivo de lanzar un producto o servicio, y una vez que lo llegas a lanzar, algo no sale como esperabas. En esas situaciones te das cuenta de que debes elegir entre dos caminos: dejar todo botado o adaptarte a la situación. Mi pregunta es, ¿qué tan rápido vas a tomar acción para adaptarte?
Entre más pienses si elegir un camino u otro, más tiempo pierdes en probar si ese camino que vas a seleccionar es el correcto. Así que, es de alto valor aprender a reaccionar en el instante y aceptar las consecuencias con actitud y sin remordimiento. A nivel personal, siempre he sido una persona que planifica todo, a veces demasiado por tratar de elegir la decisión correcta en todo momento.
Sin embargo, eso me ha demostrado que cuando elijo una opción, no me siento tan conforme y dudo si realmente habrá sido la decisión correcta o si tenía que haber elegido diferente. Por fortuna, he ido conociendo personas que son muy enfocadas a la acción, y eso me ha contagiado para adoptar la costumbre de tomar acción con mayor rapidez, sin planificar demasiado.
Hoy en día he descubierto que justamente por reaccionar con rapidez y adaptarme, incluso cuando no tengo suficiente información para tomar la decisión, me da la oportunidad de adaptarme en caso de que todo falle, porque lo hice tan rápido que todavía tengo tiempo de corregir mi camino.
El punto es aprender a tomar acción en el momento. Un ejemplo muy sencillo es cuando estás en un restaurante y tienes que elegir un platillo; no le des vueltas, aprende a elegir rápido basándote en tu intuición. Lo anterior también es una manera de entrenar esa capacidad que tienes de elegir correctamente desde el inicio.
Hacer estos ajustes en tu comportamiento pueden parecer pequeños detalles. Pero al final de eso se trata la vida, de cómo los pequeños detalles del día a día van formando el carácter y la actitud que necesitas en tu vida, para cuando ocurra una situación crítica en la que debas tomar la decisión de adaptarte en el instante.
Un abrazo, nos vemos mañana.