Una situación normal que suelen vivir los emprendedores es que tienen un servicio o producto de calidad, del cual el cliente no percibe realmente el valor que le aporta en caso de comprarlo.
Lo curioso en esta situación es que no se trata de que el cliente no sea capaz de percibir el valor. Se trata de que el emprendedor no ha dedicado suficiente tiempo a enseñar y capacitar al cliente sobre cuál es el problema que está enfrentando, cuál es la solución puntual que nosotros ofrecemos y el porqué esa solución es la indicada para poder ayudarle.
Cuando aprendemos a educar a nuestros clientes sobre el problema que está viviendo, podemos empatizar más con sus necesidades y ellos podrán percibir más valor de nuestra parte. En otras palabras, sentirán la confianza de que no estamos vendiendo algo por vender, sino que estamos ayudándole a comprender mejor su situación para abordarla de la mejor manera posible.
Por ejemplo, hoy tuve la oportunidad de hablar con un potencial cliente que quería cotizar mis servicios de desarrollo web y se alegró mucho al ver que yo me interesaba genuinamente por ayudarle a comprender mejor su situación y sobre todo, que no usaba términos complejos para impresionar o confundirla. Esto le permitió tener confianza y claridad sobre la ruta que tenía que seguir para solucionar su problema, independientemente de si me elegía a mí o si contrataba a otro proveedor de desarrollo web. Al terminar me agradeció por haberme tomado el tiempo de explicarle en lugar de simplemente preguntarle sobre su necesidad para darle un precio (lo cual sí hicieron sus otros potenciales proveedores).
Por eso te invito a hacer esto con tu servicio o producto. Es decir, intenta buscar siempre la manera de capacitar a tu potencial cliente. Ayúdale a ser más consciente del dolor que está viviendo; hazlo como cuando un médico se detiene a explicarte al paciente la razón de su enfermedad diciéndole cómo se puede tratar, cuál medicamento es el indicado y por qué es el que debería comprar. Básicamente, te lleva de la mano para que no te sientas perdido y abrumado por lo que estás viviendo.
En fin, busca siempre educar a tus clientes y ellos empezarán a valorar aún más eso que tanto a ti te apasiona hacer. Como resultado, no solamente podrás mejorar tus ventas, sino que también lograrás afirmar el porqué trabajar contigo es una experiencia que va más allá de un servicio o producto.
Gracias por leer, un fuerte abrazo, nos vemos mañana.