Creo que uno de los retos más importantes en la vida de cualquier persona es lograr ser él mismo, independientemente del escenario en el que se encuentre. Con esto me refiero a que por mucho tiempo he tenido la creencia de que todos tenemos diferentes personalidades para diferentes escenarios de nuestra vida.
Por ejemplo, es muy diferente la persona que somos cuando estamos con nuestra familia, a la persona que somos cuando estamos con nuestra pareja o cuando estamos con clientes, compañeros de trabajo, etc. En fin, la manera en como nos comportamos, las cosas que decimos, los valores que demostramos son muy distintos dependiendo del nivel de confianza que tenemos con la persona en cuestión.
Lo curioso aquí es que esa confianza, aunque puede traer cosas positivas en la relación, también puede traer situaciones negativas. Por ejemplo, con nuestra familia es normal que seamos más directos, y menos conscientes del impacto emocional que podamos ejercer en la otra persona. A veces solo nuestra familia logra ver nuestra peor versión, y algunos tienen la osadía de culpar a dicha familia por ello, en lugar de hacerse responsables por su comportamiento.
En resumen, tendemos a reservarnos nuestros mejores valores para las personas externas en lugar de mantenerlas con todos los que nos rodean. En mi caso particular, la meta siempre ha sido ser exactamente la misma persona en cada tipo de escenario de la vida. Es un reto difícil porque involucra eliminar esa tendencia de esforzarnos menos cuando se trata de interactuar con quienes tenemos años de convivir.
Por lo tanto, aquí la lección es identificar muy bien cuáles son esas maneras en como tú te comportas en diferentes escenarios de tu vida y darte cuenta de cuáles son esas acciones que hoy día estás haciendo en algunos de esos escenarios de los cuales no te sientes orgulloso u orgullosa. Acciones como decir palabras y comentarios negativos, nocivos u ofensivos, que no traen ningún valor a tu vida y mucho menos a la persona que los recibe.
Y si analizas muy bien, la única persona que realmente se perjudica de esas actitudes eres tú mismo, porque dejas de ser congruente, dejas de ser una persona íntegra. De qué vale verte muy bien ante el público general cuando cerca de las personas que más importan no eres tu mejor versión. Espero te des el tiempo para pensarlo y analizarlo, porque no es fácil darte cuenta al instante de cuáles son esas actitudes. Sin embargo, entre más rápido las descubras y las corrijas, más rápido podrás cultivar mejores relaciones y empezarás a descubrir cualidades que no conocías de esas personas a las que tratamos de mala manera por nuestra falta de madurez y sabiduría.
Un abrazo, nos vemos mañana.