Hay personas que son extrovertidas y llegan a tener múltiples amigos a lo largo de su vida, mientras que otros, más introvertidos, se centran en tener pocas personas en su círculo de amistad.
En ambos casos, la cantidad de amigos que son realmente leales e incondicionales es reducida. Y no hay nada malo con esto, porque es un hecho que cultivar una fuerte relación de amistad requiere de mucho tiempo e implica compartir momentos únicos, tanto felices como tristes.
Sin embargo, habrá personas que por circunstancias de la vida se cerrarán a la posibilidad de crear amigos cercanos. Se sentirán heridos o traicionados por alguna situación del pasado y empezarán a crear barreras ante cualquier persona que decida entrar en su círculo de confianza.
Ante esto se vuelve muy importante reconocer que tener buenas relaciones de amistad define mucho el éxito que tenemos en nuestra vida. De hecho, hay una frase que dice «no existe persona alguna que haya fallado en la vida, si al menos hizo un amigo». En otras palabras, quienes se rinden ante la posibilidad de crear lazos de amistad, se exponen a fallar en un aspecto fundamental de todo ser humano.
Por lo tanto, si tú eres de los que ha logrado cultivar relaciones de valor con otras personas y hoy en día gozas del privilegio de decir que tienes verdaderos amigos, entonces es tu deber brindar tu amistad a quienes todavía no han logrado conocer el valor detrás de este gran regalo de vida.
En conclusión, dar el regalo de tu amistad a alguien, de forma genuina, es uno de los actos más maravillosos y bondadosos que puedes realizar en tu vida.
Pero antes de hacerlo, recuerda que la primera amistad que debes construir es la que haces contigo mismo. Debes prometerte que siempre estarás ahí para respetarte, protegerte y sobre todo motivarte en los momentos más complejos; dejando claro que nunca intentarás auto-sabotearte o despreciarte, sin importar los retos que la vida te presente y los errores que cometas en el intento por superarlos.
Si logras pasar esa primera etapa, el siguiente paso es asegurarte de que al menos darás el regalo de la amistad a una persona que posiblemente no se hubiese abierto ante nadie si no hubiese sido por tu iniciativa, por tu bondad y por tu sincera intención de amistad.
Un fuerte abrazo, nos vemos mañana.