¿Cuántas veces te ha pasado que estás pensando en alguna idea, en reto que te inquieta, pero no logras resolverlo? Y justo cuando estás por dormirte, después de un largo y tedioso día, y empiezan las ideas a volar.
Es ahí donde tienes ese momento de «eureka», ese momento donde puedes decir: ¡lo logré, encontré la solución! Tu energía de inmediato se dispara y no puedes evitar sonreír, porque has desbloqueado un logro personal que incluso si no hay nadie viéndote, para ti es suficiente saber que lo has logrado.
A nivel personal, estas situaciones me han ocurrido en diferentes niveles de intensidad; pero sin lugar a dudas, son contados con los dedos de las manos, los momentos «eureka» que han volado mi cabeza por lo significativo que han sido.
Uno de los más memorables ocurrió mientras estaba en mi último año de universidad. Fue el día que por fin logré imaginar el guion de cine para la que será mi primera producción cinematográfica. Es un proyecto que me ilusiona mucho y que he reservado para una etapa más adelante en mi vida. Sin embargo, no olvidaré esa madrugada a las 3 am cuando desperté abruptamente por haber soñado con precisión la trama principal de la historia. En ese instante encendí mi computadora y empecé a escribir todo antes de olvidar cualquier detalle, y sin percatarme pasaron las horas, había escrito 30 páginas del guion y el sol había empezado a salir.
Mi energía estaba a tope, no me sentía desvelado y no podía creer la motivación que había surgido de la nada en mi cuerpo por el hecho de haber logrado descifrar algo que había intentado por semanas. Es decir, durante semanas me había planteado escribir mi primer guion de cine, pero todas las ideas que llegaban a mi mente no eran suficientes para mi gusto personal, hasta que por fin llegó la idea que lo cambiaría todo.
El otro momento «eureka» que ocurrió más reciente en mi vida, fue la idea que se convertiría en mi primer software 100% enfocado en resolver uno de los dolores más importantes que viven las empresas públicas y privadas en todo el mundo. Es un proyecto que me ilusiona mucho sacar a la luz en este mismo año, pero al mismo tiempo es intimidante pensar en el gran impacto que puede tener esta herramienta si logro ejecutarlo de forma estratégica.
Menciono estos puntos porque cada momento eureka, sin importar si se trata de una hazaña muy grande o no, son momentos muy significativos para nuestras vidas y dan un aire de esperanza a nuestro corazón, demostrando que tenemos el gran potencial para aportar un legado a este mundo.
Y es por ello que te invito a incentivar que estos momentos eureka ocurran más seguido en tu vida, ya que con el tiempo he notado que ocurren con más frecuencia si nos autodefinimos objetivos muy claros y retos desafiantes que nos obliguen a pensar diferente.
Entre mayor sea el reto y más motivante sea la idea de llegar a resolverlo, más oportunidades darás a tu subconsciente de que logre gestar ideas revolucionarias a tu favor. Sin embargo, deberás ser paciente y estar muy atento, porque una vez que llegue esa idea, serán muy pocos minutos los que tendrás para plasmarla de forma precisa con el objetivo de luego manifestarla en su máxima expresión.
Recuerda que todos los seres humanos tenemos la habilidad innata de resolver problemas, sin embargo, son pocas las personas que ponen a prueba todo su ingenio. Haz el intento de siempre ponerte a prueba, elimina cualquier frase negativa que te digas a ti mismo minimizando tu capacidad intelectual; tienes más potencial del que te imaginas y si lo usas a tu favor podrías conseguir el momento eureka que mejore por completo tu vida, y por qué no, la del resto del mundo.
Un abrazo, nos vemos mañana.