La mayoría de emprendedores, sin darnos cuenta, buscamos estrategias para vender con el objetivo de crear mejores oportunidades en nuestros negocios, pero en todo este proceso, nuestra atención se centra tanto en querer captar ingresos que olvidamos determinar si realmente estamos atrayendo al cliente que deseamos.
En otras palabras, buscamos obtener un pago sin antes recordar que nuestro negocio funciona porque brindamos soluciones reales a problemas reales del cliente. De manera que, antes de vender algo, lo primero es asegurarnos si ofrecemos a las personas lo que realmente necesitan y que explícitamente estén solicitando dicha ayuda.
Por supuesto, es normal que los gastos y costos de un emprendimiento provoquen que el dueño sienta la presión de transaccionar, es decir, la presión de crear más flujo de ingresos al negocio para enfrentar las responsabilidades financieras.
Y es aquí donde tenemos que tener mucha claridad mental sobre el propósito de la empresa, para que la decisión que tomemos no sea apresurada en conseguir clientes por vender, sino que mantengamos centrada nuestra atención en ayudar a quien realmente le podemos ofrecer la mejor solución posible.
En resumen, asegúrate de no centrar tu atención en transaccionar y dale mayor atención a servir y asesorar a toda aquella persona a la que puedas ahorrarle tiempo y energía. Y más importante aún, busca intencionalmente trabajar con clientes que te motiven y hagan sentir pleno con tu trabajo y ayuda.
Un abrazo, nos vemos mañana.