Normalmente, creemos que el tiempo no nos alcanza para lograr todo lo que queremos realizar en el día. E incluso esto nos suele hacer sentir mal, porque pensamos que era nuestro deber cumplir con todo lo agendado.
Y entre más larga sea la lista de pendientes, más estrés empezamos a experimentar hasta el punto de que queremos dejar todo botado para ser libres.
Sin embargo, la realidad es que nadie nos obliga a crear toda esa montaña de pendientes. Si observas con atención a tu lista de actividades notarás que muchas de ellas no son indispensables para tu vida, algunas simplemente son formalidades que tú mismo te has impuesto para tratar de crear cierto estilo de vida ideal.
En otras palabras, ten muy presente que tú eres quien elige tus propias responsabilidades, no es tu familia, ni tus amigos, ni tus jefes, ni tus hijos. Eres tú. Y aunque es cierto que muchas de estas responsabilidades traerían consecuencias negativas si no las atiendes, la realidad sigue siendo que tú tienes el poder de elegir si seguir con ello o cambiar el estilo de vida.
La prioridad más importante en tu vida es tu bienestar físico, mental y espiritual. Eso no significa que debas huir a los retos de la vida para estar en una zona de confort, por el contrario, lo que significa es que debes elegir intencionalmente los retos que te lleven hacia el crecimiento personal y profesional.
Si reconoces que el tiempo es limitado y que todos tenemos 24 horas al día, elige solo las actividades que se alinean a tus metas de vida, empezando por la meta de vivir con salud. Si tienes un cuerpo y mente sana podrás desempeñarte de la mejor manera en todas las demás áreas.
Y sobre todo, si tú estás sano, podrás disfrutar con las personas que tanto amas. Así que no te hagas prisionero o prisionera de tu lista de responsabilidades. Decide enfocar tu tiempo en aquello que aporte valor a tu vida y protege a toda costa tus 24 horas del día.
Un fuerte abrazo, nos vemos mañana.