Puedo tener en mis manos las herramientas y la ruta paso a paso que te ayudará a lograr tus metas más deseadas, pero si te la entrego lo más probable es que seguirás en el mismo lugar.
Sin importar cuantas herramientas estén a tu disposición, si no existe algún dolor intenso que te obligue a ponerlas en acción, seguirás en el mismo lugar por mucho tiempo. Por ejemplo, internet está lleno de contenido gratuito que puede mejorar radicalmente la vida de cualquier persona, pero son contadas las personas que realmente le sacan provecho.
En otras palabras, debe existir algo que te obligue a salir de tu zona de confort actual, para que realmente vayas con total determinación tras las metas que tanto deseas lograr. Por eso, cuando alguien paga mucho dinero por un curso o una formación, se obliga a completarla porque hay un dolor económico asociado a dicha acción.
Así que la pregunta es: ¿tienes un dolor que hoy en día te impuse hacia tus metas? Ya sea una necesidad económica inminente, una condición de salud, una promesa que hiciste a alguien que respetas… ¿O estás en tu zona de confort esperando el momento indicado para dar el salto hacia tus sueños?
Si estás en tu zona de confort o estás atrapado en una rutina que usas como excusa para decir que no tienes el tiempo de trabajar por tus sueños, es momento de hacer un cambio radical.
Es momento de que crear el dolor que te moverá con fuerza hacia tu destino. De la misma forma en que muchas personas han dejado un hábito nocivo de la noche a la mañana gracias a que un dolor intenso (físico, emocional o espiritual) les ha abierto los ojos, es momento de que tú determines ese motivador.
En mi caso particular me suelo poner contra la pared haciendo ajustes fuertes en mi estilo de vida, como cuando reduje mi vida material a única mochila para quitar mi atención del mundo material y enfocarme en mi crecimiento emocional y espiritual. E incluso el hecho de reinvertir mi dinero en mi educación en lugar de usarlo para vivir con lujos, son acciones que me ponen a prueba y me impulsan a ser mejor de lo que era el día anterior.
En conclusión, solo tú puedes determinar el dolor que necesitas crear en tu vida para explotar tu verdadero potencial como ser humano y por fin ir tras esas metas que te mantienen soñando despierto. Define ese dolor pronto, y ponte en movimiento.
Un abrazo, nos vemos mañana.