Algunos afirman que si en la vida no tienes retos u obstáculos (eso a lo que solemos llamar “problemas”) es porque vamos por el camino incorrecto… o peor aún, no estamos caminando hacia ningún lado.
Por muchos años me pregunté a mí mismo qué había que hacer para no tener problemas en la vida, cómo hacer para encontrar la felicidad y que todo fuese paz. Sin embargo, luego descubrí que estaba interpretando incorrectamente, lo que significaba tener paz en la vida.
Tener paz en tu vida NO significa estar siempre feliz. Tener paz significa que tienes la capacidad de enfrentar cualquier tipo de problema y abordarlo de tal manera que siempre logras sacar provecho de ello. Tener paz es la capacidad de ser feliz por decisión propia, no por consecuencia de lo que ocurra externo a ti. La felicidad es un estado al que siempre podemos acceder (sí, SIEMPRE), pero si nuestro corazón está cargado de negatividad, de rencor hacia alguna persona o hacia nosotros mismos, de odio, de desilusión… entonces no habrá espacio para crear momentos de felicidad en nuestro diario vivir y mucho menos podrás afrontar los nuevos retos en tu vida.
Ten presente que la felicidad NO es la ausencia de problemas, la felicidad es un estado que eliges. Los problemas SIEMPRE aparecerán (por eso los llamo retos, porque te motiva a enfrentarlos con actitud). Y porque TODAS las características positivas que te definen como persona, surgieron de la superación de un reto en tu vida. Si nunca tienes retos, no creces.
Por lo tanto, si la vida no te está dando retos, crea tus propios obstáculos, lánzate a nueva aventura, porque de qué sería la vida si al final de ella no tienes ninguna historia que contar. Y si, por el contrario, tu vida está llena de retos/problemas, dedica más tiempo a aprender nuevas habilidades, explora tus talentos naturales, conócete más a ti mismo, aprende a ser tu mejor amigo, tu mejor coach, cambia tu vocabulario hacia ti mismo. Los retos NO se harán más pequeños, pero tú sí puedes hacerte más grande; entrénate.
Finalmente, no intentes controlar todos tus problemas, porque la mayoría ocurren por factores externos a ti y de los que nunca tendrás control. Enfócate simplemente en aprender de ellos. Yo siempre me digo “Tú defines tus planes, pero el universo también tiene los suyos; por eso no esperes que todo surja como tú quieres y ten siempre un plan B”.
¡Mil gracias por leer, creen sus propias aventuras! Y si Dios lo permite, nos vemos mañana 😊