Está comprobado que las palabras que usamos en nuestro vocabulario del día a día influyen significativamente en las emociones que experimentamos, ya sean buenas o malas.
Y aunque cambiemos nuestro vocabulario para influir conscientemente en nuestra actitud, siempre existirá la posibilidad de que fuentes externas (personas, televisión, redes sociales, libros, etc.) nos impacten con palabras que nos quitan paz.
Por ejemplo, una palabra que yo intencionalmente elimine de mi vocabulario es “urgente”. Lo hice porque hoy en día se vuelve muy común leer o escuchar a otros decir “esto es urgente” o “me urge esto”, haciendo referencia a pendientes que tienen poco o nada de impacto en las cosas realmente importantes de la vida.
En lugar de decir «urgente» yo recomiendo ser específicos diciendo la fecha límite y la consecuencia de no lograrlo, por ejemplo: “debo entregar esto el martes, de lo contrario perderemos el cliente.” Una urgencia suele asociarse por nuestro cerebro como algo grave, algo que puede estar poniendo en peligro la salud o la vida. Pero, ¿qué pasa si a pesar de cambiar tu vocabulario, alguien más usa esta palabra frente a ti? Claramente, no será fácil persuadir a la persona para que deje de hacerlo. Lo que sí puedes hacer es reforzar en tu mente un significado distinto para dicha palabra.
Retomando el ejemplo, cuando escucho a alguien decir “me urge esto”, en mi mente repito “necesito esto rápido”. Parece un cambio muy sutil e insignificante, pero muy efectivo para reducir la ansiedad que trae la oración original. No significa que tomarás a la ligera lo que te dicen, simplemente estás protegiendo tu paz interior para actuar con mayor claridad y efectividad; porque si entras en un estado de “urgencia” probablemente actuarás precipitadamente y de forma ineficiente.
Recuerda que nuestra imaginación se activa según las palabras que pienses o escuches; con este principio claro busca siempre pensar en palabras que sustituyan el significado de las oraciones que lleguen del exterior. E incluso si se trata de oraciones hirientes, busca hacerlas cómicas en tu imaginación. Porque la única paz y libertad que nadie puede quitarte es aquella que reside en tu mente; si mantienes la paz interior, tu fortaleza ante cualquier circunstancia será imbatible.
Gracias por leer y nos vemos mañana.