A todos nos pasan cosas que rompen nuestros planes del día, por ejemplo, pensabas salir de casa a las 8 am, pero te cae café en la camisa y tienes que regresar a cambiártela; o quieras ir de vacaciones a la playa con tus amigos, pero te haces una fractura jugando futbol y pasas tus vacaciones con un yeso en la pierna. Y así pueden ocurrir un sin fin de situaciones que a simple vista son tragedias porque nos impiden hacer lo que queríamos.
Esto puede pasar a gran escala, como sufrir un accidente o puede ser algo tan simple como que tu computadora se apague sin aviso, provocando que pierdas todo el progreso que llevabas en tu documento de tesis (admito que este último escenario también puede caer entre los de gran escala). Independientemente de la situación, si tu reacción es de enojo e ira, el problema seguirá siendo el mismo, pero contigo enojado. En cambio, si decides reírte de tu propia tragedia, el problema sigue siendo el mismo, pero contigo feliz.
El hecho de convertir la tragedia que estás viviendo en una comedia, te hace reducir el dolor que implica dicha situación y te hace caer más rápido en la actitud de “qué puedo hacer para solucionar esto.” En cambio, si dejas que la ira o el enojo se apoderen de ti, será muy difícil que tomes una decisión racional para enfrentar tu problema y posiblemente decidas rendirte sin siquiera intentar solucionarlo.
Y tal vez dirás: ¿cómo evito enojarme si es algo que me sale en automático? Simplemente, tienes que forzar tu risa, y verás que poco a poco se convierte en tu reacción automática en lugar del enojo o la ira. El cuerpo no puede diferenciar bien entre reírte en serio o reírte de mentiras, al final tú mismo te contagiarás de la risa o al menos sonreirás.
Yo desde hace años aplico esta estrategia, de manera que cada vez que algo “malo” me pasa, automáticamente sonrío de la ironía que me está sucediendo. De esta forma puedo enfrentar con actitud positiva cualquier contratiempo que se me presente en la vida y puedo llegar a una solución más rápido.
En conclusión, recuerda que siempre habrá situaciones indeseadas en tu día a día, y sin importar si te enojas o te ríes de ello, la situación será la misma. Tu reacción nunca cambiará el pasado, por lo tanto, convierte cualquiera de tus tragedias en un momento feliz dejándote llevar por una sonrisa. Te aseguro que este truco tan simple, influirá fuertemente en tu forma de ver la vida.
Un abrazo, nos vemos mañana.