Es curioso que cuando empezamos a construir una vida próspera y con éxitos a nivel personal y profesional, poco a poco ese estilo de vida que vamos desarrollando y esos logros que vamos obteniendo, por pequeños que sean, comienzan a llegar a oídos de otras personas.
Lo cual provoca dos resultados: la envidia o la admiración de los demás. Centrémonos en esta última. Entre más te dediques a cultivar una vida de éxito, más admiración puedes cultivar por parte de otras personas, especialmente si haces que esos logros sean públicos y hayan surgido por un esfuerzo o sacrificio muy fuerte de tu parte, ya sea sacrificio académico, físico o mental.
Es decir, entre más te dediques a convertirte en un ser humano ejemplar, más admiración empiezas a cultivar en otras personas. Lo interesante de esto es que mucha de esa admiración nunca la verás expresada hacia ti, porque es admiración que proviene de personas que tal vez no conoces o que solo llegaste a conocer de forma breve.
Y si tienes la oportunidad de encontrarte con una de esas personas, ellos te expresarán la gran admiración que sienten por ti. Lo cual te permitirá reconocer el poder que tienes para inspirar a otros sin decirles nada directamente; porque son tus actos, tu ejemplo, el que hace posible el cambio en sus vidas.
Ten presente que lograr tus metas y demostrar lo difícil que ha sido para ti, inspirará a alguien más a esforzarse por sus propios sueños. Y al hacerlo, siempre estará agradecido contigo. Aun así, es normal que nunca te lo llegue a expresar en persona, pero siempre existirá esa admiración anónima de la misma manera en como tú admiras a otros en secreto.
Independientemente de lo que creas sobre ti, recuerda que si luchas por tus sueños, haces que otros también empiecen a mejorar sus vidas. Siéntete orgulloso de ese impacto, porque lo creas o no, está ocurriendo actualmente sin que te des cuenta. No obstante, deseo que al menos una vez en la vida logres recibir el agradecimiento de este tipo de personas, porque te hará reconocer que tus logros van más allá de tu propia vida.
Un abrazo, nos vemos mañana.