En otras ocasiones he mencionado que una de mis frases favoritas es de Mark Twain y dice lo siguiente: «En la vida he tenido incontables problemas, la mayoría de ellos nunca sucedieron.»
Esta frase resume muy bien una de las causas principales de estrés en las personas, ya que solemos crear problemas en nuestra mente que nunca han sucedido. Y por visualizarlos empezamos a sufrir como si realmente estuviesen ocurriendo. Debido a ello, creo que es muy importante considerar lo siguiente.
Posiblemente, te ha pasado que esperabas a alguien y como no llegaba, empezabas a crear escenarios posibles en tu mente de por qué no llega. Y el escenario más posible o más creíble es el que recreas con mayor intensidad en tu mente. Al punto de que, sea o no verdad, tú ya estás viviendo esa sensación en todo tu cuerpo. Y como los escenarios que visualizas son principalmente negativos o nefastos, las emociones que experimentas son por consecuencia: negativas.
Ten presente que todo esto ocurre a pesar de que todavía no tienes datos para confirmar si realmente lo que imaginas es lo que provocó que esa persona esté atrasada. Y lo complicado es lo siguiente: una vez que la persona que esperabas por fin llega y demuestra que la razón de su tardía no era para nada lo que tú habías imaginado, aun así tú sigues sintiendo las emociones que hubieses experimentado si sí hubieses adivinado.
Esto quiere decir, que las personas, en su intento por «tener la razón», suelen colocar por encima de la verdad todo aquello que «creen como verdad» en lugar de considerar las evidencias tangibles que lo refutan.
Esto es muy importante a considerar, porque en la vida no solo sentimos lo que vivimos, también lo que intuimos y, por lo tanto, si no tienes cuidado con los escenarios que te construyes en tu mente, puedes terminar sufriendo o haciendo sufrir a otros por cosas que nunca tuvieron respaldo real.
De manera similar podemos hablar de situaciones como cuando algo importante se te pierde y empiezas a crear hipótesis de cuál habrá sido la razón, suponiendo incluso escenarios como que alguien te robó. Si este tipo de cosas llegan a tu mente, es normal que tus acciones contra quien crees que fue el culpable no sean muy agradables. Y de esta forma puedes terminar lastimando a un inocente por culpa de tu “intuición”.
Y ojo, no porque una o dos veces hayas acertado en tu hipótesis, debes creer ciegamente en lo que dicen tus entrañas. Hazte el hábito de solo actuar con base en evidencias tangibles. Y si vas a crear escenarios en tu mente, elige todos los que sean optimistas y positivos. En resumen, sin pruebas no construyas una “realidad” en tu mente; ya tienes muchos problemas reales como para inventarte nuevos y ficticios. Así que mantente fiel a escuchar y ver la evidencia que respalde con total certeza tu juicio; porque solo así tus acciones de respuesta serán claramente justificadas.
Un abrazo, nos vemos mañana.