¿A cuántas personas les gusta estar equivocados en una discusión o conversación? Honestamente, todos quisiéramos salir triunfantes, de lo contrario nuestro ego estaría en riesgo.
Algunos incluso intentarán inventar algún argumento con tal de no asumir la realidad de que están equivocados. Y justamente esta actitud es la que evita su crecimiento personal. Son personas que se estancan y sobre todo, son personas con los que pocos quieren dialogar.
Creo que una de las grandes barreras que una persona con conocimiento y experiencia se va creando, es el hecho de sentir que ya todo lo sabe. Entre más aprende una persona, más claridad tiene sobre el mundo que lo rodea, pero al mismo tiempo se le presentan 2 escenarios: creer que ya es suficientemente sabio para el resto de su vida o darse cuenta de que siempre será un aprendiz hasta el día de su muerte.
A nivel personal, yo me identifico con el escenario del aprendiz. Entre más estudio sobre múltiples áreas de conocimiento, más me admiro sobre la gran cantidad de conocimiento que desconocemos la mayoría de personas. Y más feliz me siento de saber que hay más cosas por descubrir y que, por consecuencia, siempre tendré que tener la mente abierta a estar equivocado, incluso en temas a los que haya dedicado años de aprendizaje.
En otras palabras, recomiendo enfáticamente que siempre estés mentalmente preparado para asumir que estás equivocado en un tema del que te sentías orgulloso por tu conocimiento. Y sobre todo, prepárate para que ese conocimiento y ese golpe de realidad provenga de personas mucho menores a ti.
El ego es algo que no vale la pena defender a capa y espada. Porque cuando proteges tu ego, cierras la puerta hacia tu crecimiento. Y solamente cuando nos encontramos en crecimiento constante es que podremos enfrentar con claridad los retos de la vida.
En fin, debes aprovechar cada día de tu vida para seguir aprendiendo de múltiples áreas de conocimiento; debes amar el estar equivocado sobre algún tema, porque al menos sabrás hacia donde dirigir tu atención para aprender de forma correcta.
A nivel personal me tomó bastante tiempo adoptar este tipo de actitud. Yo era del tipo de persona que respondía con un «sí sí yo entiendo» o «sí lo sé» a toda explicación o consejo que alguien quería darme, a pesar de que no tenía tan claro lo que me estaban diciendo. Esta actitud la suelo ver más en jóvenes que en adultos y creo que se debe a que todo joven quiere demostrar su valía ante el mundo antes de admitir su desconocimiento o falta de experiencia.
De hecho, recuerdo que años atrás yo creía que estaba bien visto ser de las personas que «todo lo saben», que no hacen preguntas, solo afirman y opinan con seguridad. Hasta que descubrí que el éxito real está en ser de las personas que preguntan todo, que indagan, que quieren aprender siempre de todas las personas sin importar el estatus y, sobre todo, que sin miedo al que dirán admiten sus errores y desconocimientos.
En conclusión, la próxima vez que tengas una conversación con alguien y te des cuenta de que estás equivocado con tu argumento, decide admitirlo rápida y enfáticamente. Incluso si la otra persona no se ha percatado de que estás en lo incorrecto, tú haz una pausa y admite tu error con humildad. Este tipo de actos te permitirán cultivar la cualidad de la transparencia y sobre todo, la capacidad de tener tu ego bajo control en lugar de que el ego te controle a ti.
Un abrazo, nos vemos mañana.