¿Cuántas veces en la vida has estado en la posición de decirte a ti mismo o a los demás lo siguiente: «cuando logre resolver esto en mi vida, podré ir tras mis sueños»?
Por ejemplo, algunos dicen: cuando logre tener un trabajo estable, empezaré a viajar por el mundo; o cuando logre que mi negocio funcione correctamente, dedicaré tiempo a mi pasión por el baile o el canto; y así con cualquier otro sueño vamos condicionándolo a resolver una situación previa para iniciar.
Y aunque muchos podemos soñar con la idea de alcanzar un punto en nuestras vidas donde todo esté resuelto (desde tener un trabajo estable, una familia feliz, un cuerpo saludable, etc.) la realidad es que ese futuro no existe.
La razón de porque la vida tiene sentido se basa en la premisa de que siempre habrá obstáculos por resolver y barreras que no podrás superar, aunque sí lograrás rodearlas. De manera, que la meta no debería ser buscar una vida resuelta para darte la oportunidad de vivir como quieres; al contrario, debes definir desde ya los términos de cómo quieres vivir tu vida tal y como lo es actualmente.
Debes buscar proactivamente las diferentes formas de cumplir tus sueños a partir de los recursos que ya posees. Porque el futuro es y seguirá siendo muy incierto. Y de lo único que puedes estar seguro es que nadie tiene o tendrá una vida resuelta. Siempre habrá cosas que queremos mejorar y cosas que deseamos que fuesen diferentes.
Por lo tanto, no te sientas abrumado por la idea de que todavía no logras resolver muchas incógnitas en tu vida, todos tienen incógnitas sin resolver, incluso las personas que más admiras y respetas. Así que no asocies la felicidad a un estado de total control en tu vida, en lugar de ello, enfócate en disfrutar al máximo tu presente, con las herramientas que tienes y con las personas que te rodean.
Un fuerte abrazo, gracias por leer, nos vemos mañana