Si tuvieses que determinar qué tipo de estudiante eres, ¿cómo te describirías? Dirías que eres de los que son tercos y suelen dudar mucho antes de llevar a la práctica lo aprendido porque crees que no va a funcionar, o eres de los que son altamente disciplinados y ponen en práctica la teoría tan pronto la reciben.
En mi caso particular, he sido de los que dudan mucho antes de poner en práctica algo nuevo que aprenda, pero con el tiempo me he ido obligando a tomar acción sin pensarlo demasiado, y gracias a este ajuste empecé a notar más y más resultados positivos en mi vida.
Lo interesante con esto es que conforme van pasando los años, las personas se hacen más escépticos sobre la información que le intenten enseñar. De alguna forma, perdemos esa iniciativa que tenemos de niños de hacer lo que nos dicen sin pensarlo demasiado.
Y debido a ese comportamiento, es normal que lleguemos a encontrarnos con personas extraordinarias que pueden ayudarnos a cambiar por completo el rumbo de nuestras vidas, pero por falta de confianza de nuestra parte, dejamos pasar la oportunidad de que nos guíen.
Algunas veces nuestra justificación es el hecho de que creemos que nuestros problemas son únicos, que nadie más los puede comprender y, por lo tanto, difícilmente hay una solución.
Es aquí donde se vuelve muy valioso tener presente que cualquier reto que enfrentemos en la vida, otra persona ya lo vivió; lo único que cambia es el contexto, pero en esencia es la misma situación. De manera que si dejamos que personas que ya han vivido algo similar a nosotros, nos guíen, será mucho más fácil que salgamos adelante con nuestros retos.
Y no se trata de si la persona que te va a guiar es mayor o menor a ti, recordemos que la sabiduría no viene con la edad, viene con las experiencias, y te podrás preguntar cuál es la diferencia. Resulta que hay personas que tienen muchos años de vida, pero han tomado pocos riesgos en sus vidas, de manera que tienen pocas experiencias de las cuales aprender lecciones de alto valor. A su vez, hay jóvenes que desde muy pequeños siempre han tomado riesgos y eso los ha llevado a acumular experiencias de altísimo valor; esto los hace muy sabios a corta edad.
Así que si quieres realmente salir adelante con tus retos personales o profesionales, debes aprender a bajar la guardia, dejar tu ego de lado, y permitir que otros te guíen por la ruta más eficiente hacia tus metas.
Que tengas un excelente día, nos vemos mañana.