Si ya me has conocido en persona, e incluso virtualmente, habrás notado que es muy fácil para mí mantenerme sonriendo. Para algunos es algo curioso de mi forma de ser y para otros es una cualidad positiva.
La realidad es que sonreír es una acción inevitable para mí. No importa si se trata de un chiste bueno o malo que alguien contó, o si hay un silencio incómodo en el lugar donde estoy, o si ocurrió un imprevisto en mi agenda del día; de alguna forma, siempre encuentro algo que me da risa de las situaciones que experimento.
Y con el tiempo he notado que si sonríes a alguien de primero, esta persona tendrá una mejor disposición hacia ti. Caso contrario ocurrirá si te quedas serio esperando a que una conversación surja.
Sin embargo, independientemente de lo que las personas puedan pensar o sentir como resultado de nuestra sonrisa. Sonreír, incluso cuando es fingido, es un factor clave que nos mejora la vida significativamente.
Los últimos años he aprendido que cuando algo sale mal en mi vida, inmediatamente busco la ironía en ello para reír, esto modifica mi estado ánimo y gracias a ello puedo reorientar mi atención hacia la solución del problema en lugar de caer en la queja.
En fin, te invito a asegurarte de que cada día que pasa tengas momentos de risas, aunque sea contigo mismo, busca formas de mejorar tu humor y rodéate de personas que te hagan pasar momentos felices; de igual forma aléjate de quienes te roban esta energía.
Espero que tengas muchos momentos felices, donde las risas nunca sobren y que tu humor nunca se apague. Y si todavía no nos conocemos, no te preocupes, que intentaré sonreír de primero el día que nos veamos.
Un abrazo, nos vemos mañana.